La huella energética anual de la Inteligencia Artificial generativa ya es equivalente a la de un país de bajos ingresos y está creciendo exponencialmente. Un informe de la UNESCO advierte que esta tecnología está ejerciendo una presión cada vez mayor sobre los sistemas energéticos mundiales, los recursos hídricos y los minerales críticos.
Más de mil millones de personas utilizan diariamente las herramientas de inteligencia artificial generativa. Cada interacción consume energía que suma hasta 310 gigavatios-hora al año, una cifra equivalente al consumo anual de electricidad de más de tres millones de personas en un país africano de bajos ingresos.
El estudio de la UNESCO recomienda tres medidas para hacer que la inteligencia artificial sea más sostenible:
- Los modelos pequeños adaptados a tareas específicas pueden reducir el consumo de energía hasta en un 90 %
- Respuestas y prompts más cortos y concisos pueden reducir el consumo de energía en más del 50 %
- Reducir el tamaño de los modelos a través de técnicas como la cuantización ayuda utilizar hasta un 44 % menos de energía. sin perder precisión.