El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo junto a “sus estructuras de fanáticos” han intensificado el “hostigamiento y las represalias” en Nicaragua contra los familiares de los periodistas exiliados, denuncia un informe de la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED).
El informe trimestral, que analiza los ataques a la libertad de prensa ocurridos entre abril y junio de 2025, indica que el régimen ha “extendido las amenazas contra la libertad de prensa sin importar la ubicación geográfica de los periodistas ya que, si están fuera, arremeten en contra de los entornos familiares”.
El documento recoge el testimonio de una periodista exiliada en Estados Unidos desde 2023, quien manifiesta que su familia, que permanece en Nicaragua, “fue objeto de vigilancia por parte de civiles armados vinculados al partido sandinista”.
El incidente, ocurrido el 10 de abril de 2025, incluyó “actos de hostigamiento e intimidación en los alrededores de la vivienda familiar, generando un fuerte impacto emocional en sus familiares”.
“Esta acción intimidatoria es interpretada por la periodista como una represalia por su ejercicio profesional desde el exilio. Aunque ya no se encuentra en territorio nicaragüense, la comunicadora considera que las acciones del Gobierno buscan castigar indirectamente su trabajo informativo, ejerciendo presión sobre su círculo más cercano”, advierte la FLED.
Otro de los actos intimidatorios fue denunciado bajo anonimato por una periodista exiliada en 2023, quien reportó que durante abril de 2025 “se intensificó la vigilancia hacia su familia en Nicaragua”.
“La comunicadora señaló que fanáticos sandinistas vigilaban su vivienda generando un clima de temor e inseguridad. A su vez, expuso que esta situación incluso la llevó a desistir de gestionar el pasaporte de su hija por miedo a represalias”, detalla el informe.
“Visitas hostiles” y mensajes intimidatorios
Otra periodista exiliada denunció que su familia, que habita en una comunidad rural de Nicaragua, recibió “visitas hostiles” por parte de fanáticos de la dictadura.
En junio de 2025, una periodista que colabora con un medio digital en el exilio, denunció ser víctima de una campaña de “amenazas sistemáticas dirigidas tanto contra ella como contra su entorno familiar”.
Ella reveló que ha recibido “mensajes intimidatorios con detalles precisos sobre su domicilio, la ubicación de sus hijos y sus rutinas familiares”.
El informe de la FLED indica que hay un número creciente de periodistas nicaragüenses que, desde el exilio, continúan informando sobre la realidad del país, lo que los lleva a enfrentar amenazas físicas y digitales, tanto para ellos como sus entornos familiares.
“Las amenazas que ha recibido se enmarcan en un patrón de hostigamiento documentado contra quienes ejercen el periodismo de forma crítica e independiente”, mencionan.
40 violaciones a la libertad de prensa
Entre abril y junio de 2025, la FLED registró al menos 40 violaciones a la libertad de prensa en Nicaragua, de las cuales 28 ocurrieron en el entorno digital.
Mencionan que el desplazamiento de las agresiones al ámbito digital reflejan que “la presencia física del periodismo en el territorio nacional es cada vez más limitada”.
“A medida que el exilio y el silencio forzado reducen la cobertura desde el terreno, las campañas de hostigamiento, amenazas y ataques se trasladan con mayor fuerza a las plataformas digitales, donde el control y la vigilancia también se intensifican”, señalan.
Esta organización subraya que el número de casos documentos no abarca la totalidad de las agresiones que suceden en el país porque “el miedo persiste como una barrera que impide a muchos periodistas denunciar lo que viven”.
Entre abril y junio, cuando se conmemoran los aniversarios de muchas de las protestas ciudadanas de 2018, el régimen “intensificó su campaña de estigmatización contra el periodismo independiente”.
Temor por asesinato de Roberto Samcam
El asesinato de Roberto Samcam, mayor en retiro del Ejército, acribillado en su domicilio de San José, el jueves 19 de junio de 2025, ha despertado temor entre los periodistas nicaragüenses en el exilio, principalmente los que residen en Costa Rica.
La FLED sostiene que este crimen “ha sido interpretado por muchos como una advertencia directa para quienes, desde el exilio, han seguido ejerciendo el periodismo o denunciando las violaciones de derechos humanos en Nicaragua”.
“Lejos de ser un hecho aislado, el crimen ha encendido alarmas sobre la posibilidad de que la represión trascienda el territorio nacional y ponga en peligro a quienes han optado por seguir denunciando las violaciones a derechos humanos en Nicaragua”, afirman.
Periodistas abandonan por el temor
La FLED documenta el exilio forzado de cuatro periodistas entre abril y junio de 2025, elevando a 293 el total de comunicadores obligados a abandonar Nicaragua desde 2018, lo que para ellos “confirma la persistente persecución contra la prensa crítica”.
El informe detalla que la vigilancia constante hacia los familiares de periodistas, el hostigamiento policial durante las coberturas y las represalias directas han obligado a muchos a modificar sus coberturas a sucesos o temas comunitarios; mientras otros han optado por abandonar su carrera.
“Esta forma de censura, sumada a las múltiples barreras para acceder a la información, está forzando a muchos periodistas a buscar fuentes alternativas de ingresos, lo que en muchos casos implica abandonar temporal o definitivamente el ejercicio del periodismo”, lamentan.
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