El pago de la prima que, según el Código Sustantivo del Trabajo, debe efectuarse a más tardar el 30 de junio y el 20 de diciembre, es uno de los momentos de mayor presión financiera para las pymes colombianas; pues coincide con obligaciones tributarias, ciclos de pago extendidos y altos costos operativos, lo que intensifica la tensión sobre su liquidez.
El Ministerio del Trabajo establece que la prima es un derecho para todos los trabajadores con contrato laboral. No obstante, esta obligación sigue representando un desafío para muchas empresas de la región, especialmente por las condiciones de acceso al crédito y el aumento en los tiempos de pago. Según el informe “Payment Behavior in Latin America 2024” de Coface, el 51 % de las empresas encuestadas reportó pagos tardíos; además, aunque el 88 % de las compañías ofreció plazos de pago, el plazo promedio de crédito otorgado se redujo de 60 días en 2023 a 53 días en 2024.
En este contexto, el Factoring se ha consolidado como una herramienta estratégica para las empresas que necesitan recursos inmediatos para cubrir compromisos urgentes, sin generar nuevas deudas bancarias.
“Las empresas necesitan liquidez sin fricciones y bajo reglas claras. El factoring bien estructurado, acompañado de asesoría experta, permite anticipar recursos sin adquirir nuevas deudas ni poner en riesgo la estabilidad financiera”, afirma Alejandro Verswyvel Gutiérrez, presidente de IRIS, compañía de financiamiento vigilada por la Superintendencia Financiera que han permitido a más de 3.000 empresas acceder a liquidez de manera más ágil y gestionar su flujo de caja de forma más ordenada.
¿Por qué el Factoring resulta decisivo en temporada de primas?
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Liquidez inmediata sin generar endeudamiento: a diferencia del crédito, el factoring permite anticipar recursos propios de la empresa sin aumentar pasivos ni comprometer el balance financiero.
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Protección frente a plazos de pago extensos: muchos pagadores manejan ciclos de 60, 90 o más días. Anticipar esas facturas evita retrasos en nómina y asegura la continuidad operativa en períodos críticos, como el pago de la prima.
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Condiciones flexibles y ajustadas a cada empresa: IRIS puede financiar entre el 95 y 100 % del valor de la factura, según el perfil del pagador, ofreciendo alternativas transparentes y adaptadas a la realidad de cada operación.
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Seguridad y trazabilidad: al tratarse de una entidad vigilada por la Superintendencia Financiera, los procesos en IRIS se rigen por criterios estrictos de riesgo y transparencia.
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Acompañamiento experto en picos laborales y operativos: el pago de la prima requiere un análisis preciso del flujo de caja. El acompañamiento especializado permite activar liquidez cuando la empresa más lo necesita.
“En lo corrido del año, hemos movilizado más de 1,3 billones de pesos en operaciones de Factoring con una tasa de recurrencia superior al 60 %, respaldando a compañías de sectores como transporte, logística, agro, tecnología y energía. Nuestro propósito es brindar soluciones para que las empresas puedan liberar flujo de caja sin comprometer su operación, siendo su aliado clave en fechas como estas”, finaliza Alejandro Verswyvel Gutiérrez.
Con la llegada de la temporada de fin de año, el Factoring se consolida como una alternativa clave para que las pymes enfrenten con solidez sus obligaciones financieras. En un entorno donde la demanda de liquidez aumenta, contar con herramientas financieras eficientes se vuelve esencial para preservar la estabilidad y continuidad de las empresas colombianas.