En Mozambique, más de 107.000 personas han sido desplazadas en las últimas dos semanas debido al aumento de los ataques de grupos armados en el norte del país, informó OCHA. La violencia, que desde 2017 ha obligado a huir a más de 1,3 millones de personas, se ha extendido desde Cabo Delgado hacia provincias antes consideradas seguras, como Nampula y Niassa. Solo en Nampula, 330.000 personas han sido desplazadas en los últimos cuatro meses.
"La gente huye porque sus aldeas son atacadas, quemadas y destruidas, y otras huyen de las aldeas circundantes por miedo a ataques", dijo Paola Emerson, jefa de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU en Mozambique, a periodistas en Ginebra vía videollamada desde Maputo.
Las autoridades humanitarias alertan de que esta última oleada es inusual por la persistencia prolongada de los ataques. UNICEF reporta además un resurgimiento de la violencia en el distrito de Palma, con asesinatos de civiles y ataques selectivos contra fuerzas de seguridad.
Los trabajadores humanitarios estaban haciendo todo lo posible con las existencias disponibles. Hasta el momento, se ha recibido alrededor del 40 % de los alimentos necesarios, pero esto es lamentablemente insuficiente y, en algunos casos, la falta de apoyo está obligando a las personas a regresar.