La Organización Mundial de la Salud ha emitido las primeras directrices sobre el uso de terapias GLP-1 para la obesidad, recomendándolas condicionalmente como parte del tratamiento a largo plazo de la enfermedad, que afecta a más de 1000 millones de personas en todo el mundo.
La recomendación se produce en un momento en que la demanda de la clase de fármacos como Ozempic, Wegovy o Mounjaro ha aumentado en todo el mundo, y los gobiernos estudian cómo incluir estas terapias en los sistemas de salud pública.
La OMS aconseja el uso de fármacos GLP-1 en adultos, excepto mujeres embarazadas, para el tratamiento de la obesidad a largo plazo, siempre junto a una dieta sana y actividad física.
“Nuestra mayor preocupación es el acceso equitativo. Sin una acción concertada, estos medicamentos podrían contribuir a ampliar la brecha entre ricos y pobres, tanto entre países como dentro de ellos”, dijo el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, el director de la OMS, que apostó por estrategias como la adquisición conjunta y los precios escalonados para que estos medicamentos sean asequibles para todos.