El enviado especial de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, advirtió este lunes al Consejo de Seguridad de que “la estabilidad en Yemen no puede separarse de la dinámica más amplia de la región”, en medio de una intensificación de hostilidades entre Ansar Allah (los hutíes) e Israel y de nuevas detenciones de personal de Naciones Unidas.
Grundberg denunció que más de 40 empleados de la ONU permanecen retenidos en Sana’a y Hudaydah, además de un funcionario que murió bajo custodia
Por su parte, el jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher, señaló que la detención de 44 empleados de la ONU por las autoridades de facto hutíes “socava” la capacidad de los humanitarios para operar.
"Detener al personal de la ONU no ayuda al pueblo de Yemen. No alimenta a los hambrientos, no cura a los enfermos ni protege a los desplazados por las inundaciones o los combates", dijo Fletcher.