Ante este panorama, el Secretario General ha lanzado un informe en el que pide reequilibrar el gasto militar para destinar más fondos al desarrollo y la lucha contra el cambio climático
El documento revela que el gasto global en defensa alcanzó un máximo histórico en 2024, con un notable 9 % de aumento frente al año anterior, alcanzando niveles de aproximadamente 2,7 billones de dólares.
Guterres advirtió que este desbalance socava la paz y el desarrollo. El informe destaca que el gasto militar está desbordando los presupuestos públicos (ahora alrededor del 7,1 % del gasto gubernamental y 2,5 % del PIB mundial) y disminuyendo los recursos destinados a salud, educación y objetivos de desarrollo sostenible. Por cada dólar invertido en militarización, podrían financiarse múltiples beneficios sociales y ambientales, incluida la adaptación climática en países en desarrollo.