Los ataques contra escuelas se han convertido en una epidemia global que crece a velocidad alarmante. Entre 2022 y 2023, más de 10.000 estudiantes fueron asesinados, secuestrados, arrestados o heridos en ataques contra instituciones educativas.
Según la organización Education Cannot Wait, las cifras más altas de violaciones graves se verificaron en Israel y el Territorio Palestino Ocupado (8554), la República Democrática del Congo (4043), Somalia (2568), Nigeria (2436) y Haití (2269).
En ese periodo, el uso de escuelas con fines militares aumentó en un 20%, los ataques a escuelas aumentaron un 44%, y las violaciones y otras formas de violencia sexual se dispararon un 34%.