Durante diez días, del 5 al 14 de agosto, delegaciones de 179 países se reunirán en Ginebra para desarrollar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para poner fin a la crisis de la contaminación plástica, incluso en el medio marino, en un plazo de dos años.
A las conversaciones, lideradas por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), acudirán científicos, ambientalistas y representantes de la industria.
La agencia de medioambiente de la ONU advirtió que a menos que se firme un acuerdo, los residuos plásticos se triplicarán para 2060, causando daños significativos al planeta y a la salud.
El objetivo del tratado es que abarque el ciclo de vida completo de los plásticos, desde el diseño hasta la producción y la eliminación, “para promover la circularidad de los plásticos y prevenir su fuga al medio ambiente”.
En vísperas del encuentro, la revista médica The Lancet publicó una advertencia: los materiales utilizados en los plásticos causan enfermedades generalizadas “en todas las etapas del ciclo de vida del plástico y en todas las etapas de la vida humana”. Los bebés y los niños pequeños son particularmente vulnerables.