La Agencia para los Refugiados de Palestina (UNRWA) denunció este viernes nuevas amenazas a su operatividad en los Territorios Palestinos Ocupados, en particular en Jerusalén Oriental, tras una propuesta legislativa presentada ante el Parlamento israelí (Knesset) que podría cortar servicios esenciales y permitir la confiscación de propiedades de la ONU sin procedimientos legales.
Según la Agencia, la enmienda propuesta por el Ministerio de Energía e Infraestructura busca prohibir el suministro de agua y electricidad a instalaciones de UNRWA, y permitir la expropiación de terrenos donde funcionan oficinas clave, como el Centro de Formación de Kalandia y la sede en Sheikh Jarrah. El organismo alertó de que estas acciones violan las obligaciones de Israel como Estado miembro de las Naciones Unidas y vulneran las protecciones legales que amparan a instalaciones de la ONU bajo la Carta de la Organización.
UNRWA precisó que estas medidas podrían paralizar servicios críticos para más de 200.000 refugiados palestinos en Jerusalén Oriental, tras el cierre forzado de seis escuelas de la Agencia en la zona hace apenas dos meses.
Paralelamente, UNRWA reiteró su llamado urgente a levantar el veto impuesto al ingreso de medios internacionales a Gaza. “650 días de atrocidades contra civiles sin prensa internacional presente. Más de 200 periodistas palestinos han sido asesinados”, denunció, subrayando que la censura mediática alimenta campañas de desinformación y socava los testimonios de testigos y organizaciones humanitarias.