El Alto Comisionado para los Derechos Humanos pidió a Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Polonia y Ucrania que suspendan inmediatamente los procesos de retirada de la convención contra el uso de minas antipersona.
Estas armas matan y mutilan indiscriminadamente a civiles, incluidos niños, y combatientes y limitan el acceso a las tierras agrícolas y el desarrollo, incluso décadas después del fin de las hostilidades.
La Convención de Ottawa, con más de 160 Estados Parte, es una herramienta crucial, dijo Volker Türk. “Adherirse a ellos en tiempos de paz para luego retirarse en tiempos de guerra o por consideraciones de seguridad nacional recién invocadas socava gravemente el marco del derecho internacional humanitario”, añadió, haciendo un llamamiento a los Estados para que se abstengan de abandonar la convención.